By Andy G. Kireta Jr.
Oct 16, 2025
En el poco tiempo que llevo al frente de ASTM International, he tenido el privilegio de reunirme con organizaciones asociadas dedicadas al desarrollo de estándares en todo el mundo. ISO y IEC (Suiza); KSA, KATS y KCL (Corea); JSA y MOTIE (Japón); Enterprise Singapore (Singapur); DIN y DKE (Alemania); BSI y Energy Institute (Reino Unido); UNE/Aenor (España); CSA (Canadá); y una serie de organizaciones de desarrollo de estándares (Standards Development Organizations, SDO) basadas en los EE. UU. como ASME, ANSI, ICC, IAPMO, NFPA, AASHTO y muchas más. En el transcurso de los intensos, esclarecedores y enriquecedores debates acerca de las oportunidades, los desafíos, los riesgos, las estrategias y las visiones, he aprendido que, aunque todos somos únicos, tenemos más cosas en común que diferencias.
Todos nosotros creamos conocimiento técnico y propiedad intelectual valiosa que, en definitiva, sirve para los mismos objetivos de seguridad, confiabilidad y desempeño de los productos, los procesos, los sistemas y los servicios en los que la sociedad confía todos los días.
Colaboramos con nuestros socios del sector público, gubernamentales y reguladores a través de relaciones de diferente tipo, pero nuestros estándares forman la base de una regulación eficaz y una evaluación de la conformidad.
Todos tenemos diferentes vías para alcanzar el consenso e involucramos a diferentes partes interesadas para lograrlo, pero nos basamos en la voz colectiva de una amplia participación de las partes interesadas y una profunda experiencia para impulsar la calidad y la relevancia de nuestros estándares.
Este último aspecto es especialmente significativo, porque la fortaleza subyacente del sector de la estandarización técnica mundial también es nuestro mayor riesgo: la participación de nuestras partes interesadas. ¿Cómo podemos atraer y comprometer de manera eficaz y continua a las partes interesadas en la elaboración y la evolución de estándares de la actualidad para que satisfagan las necesidades de las generaciones futuras, en tecnologías y sectores que tal vez ni siquiera hayamos imaginado todavía? Esta pregunta ha sido el hilo conductor en todas las reuniones que he mantenido con las SDO con las que me he reunido. ¿Dónde encontramos los desarrolladores de estándares del mañana? ¿Cómo los atraemos, involucramos, educamos y empoderamos para que sean usuarios y desarrolladores eficaces de estándares en una fase más temprana de su carrera profesional?
Estoy orgulloso de compartir los esfuerzos que hemos implementado para involucrar a profesionales que están iniciando su carrera y a estudiantes en el trabajo de nuestro comité de ASTM. Nuestro programa Profesionales jóvenes (Emerging Professionals) está cobrando impulso tras haber graduado a más de 400 participantes desde su creación hace una década. Muchos de ellos desempeñan funciones clave como responsables técnicos, líderes de comité y profesionales de la gobernanza de la sociedad. Nuestros capítulos de estudiantes (vea la página 54 de este número), con conexiones directas con los comités técnicos específicos, están demostrando ser valiosas fuentes de nuevos talentos y de ideas innovadoras para los comités. También sirven como valiosos campos de pruebas para que los estudiantes desarrollen destrezas técnicas, establezcan conexiones y relaciones con los sectores industriales, y desarrollen las destrezas sociales sobre las que se basará el éxito de su carrera: colaboración, resolución de conflictos y ejercicio de influencia sin poder. También hemos puesto en marcha las herramientas necesarias para que nuestros 147 comités técnicos puedan involucrar a estudiantes como miembros activos de sus comités y catalizadores de nuevas ideas, innovación y energía. Innovadores que contribuirán a impulsar la evolución de los estándares en los sectores existentes, adaptándose a las necesidades de los mercados cambiantes.
Muchas de nuestras SDO asociadas tienen programas similares, y esperamos con ansias conocer cómo promueven el reconocimiento de los beneficios de participar en la estandarización en las primeras etapas de la educación técnica y profesional y en las primeras etapas de la carrera.
No es de extrañar que muchos de nuestros innovadores de estándares del mañana provengan de las tecnologías emergentes de hoy: IA, mecánica cuántica, fabricación avanzada, biofarmacéutica, combustibles sostenibles, tecnologías espaciales. Sectores dinámicos, de rápida construcción y rápido fracaso, en los que la estandarización se ha considerado históricamente, en el mejor de los casos, como algo secundario y, en el peor, como un obstáculo a la innovación. Sectores en los que los innovadores altamente calificados, con grandes conocimientos técnicos y gran rapidez se convertirán en los desarrolladores de estándares del futuro. Es por esa razón que, a través del Centro de Excelencia de ASTM y NIST denominado Estandarización Avanzada para Tecnologías Críticas y Emergentes (Advancing Standardization for Critical and Emerging Technologies, ASCET) (www.ascet.com) estamos trabajando para impulsar los beneficios de la estandarización y el desarrollo de la fuerza laboral en el ámbito de los estándares, con la innovación temprana como facilitadora y aceleradora de tecnologías críticas y emergentes.
Pero sabemos que la innovación no es competencia exclusiva de las nuevas tecnologías y los nuevos sectores. Es por eso que también practicamos la reinversión en proyectos de investigación para la estandarización (research to standardization, R2S) en colaboración con nuestros comités técnicos en todos nuestros sectores industriales y ámbitos tecnológicos actuales.
Creemos que una estandarización eficaz, impulsada por desarrolladores de estándares comprometidos e innovadores, es la base necesaria para la confianza, el intercambio y la transformación del futuro.
Me alegro de que todos ustedes formen parte de ese cimiento.
September / October 2025