By Jack Maxwell
Oct 16, 2025
En un mundo impredecible en el que las crisis económicas, humanitarias y políticas se producen con inquietante regularidad, la importancia de contar con una infraestructura militar y de defensa sólida y bien preparada no se puede subestimar. Un aspecto clave de esta preparación es la capacidad para incorporar nuevas opciones, como drones y dispositivos robóticos portátiles, en el conjunto de herramientas de seguridad de un país.
El mantenerse al día con la rápida evolución de estas tecnologías no es tarea fácil, como tampoco lo es el desarrollo de estándares que apoyen a quienes las diseñan, fabrican y utilizan. Pero esto no impide a los miembros de los Comités de ASTM International sobre Sistemas de aeronaves no tripuladas (F48) y sobre Exoesqueletos y exotrajes (F48) continuar creando y refinando esos estándares.
Aquí veremos cómo este trabajo ayuda a ampliar el uso de las tecnologías de avanzada en aplicaciones de defensa y relacionadas con el ámbito militar. También examinaremos un nuevo estándar del Comité sobre Seguridad nacional (E54) que trata sobre los simuladores de materiales peligrosos utilizados para evaluar sistemas de seguridad.
Los sistemas de aeronaves no tripuladas -conocidos comúnmente como drones- ofrecen ventajas considerables en las operaciones militares. Permiten efectuar reconocimientos del campo de batalla, misiones de búsqueda y rescate y ataques con objetivos precisos, con un mínimo de riesgo para los soldados que están en tierra y los pilotos que están en el aire. El despliegue de sistemas de aeronaves no tripuladas (unmanned aircraft systems, UAS) en Ucrania y en otras zonas de conflicto demuestra la eficacia de esta tecnología relativamente nueva, pero ya probada en combate.
Los estándares desarrollados por varios subcomités de F38 desde su formación en 2003 han desempeñado un papel importante en la evolución de los UAS. Estos estándares no se concibieron pensando en las aplicaciones militares, pero, según Phil Kenul, la flexibilidad y la adaptabilidad siempre fueron parte de la ecuación.
"El objetivo principal del F38 son las aplicaciones civiles y la integración segura de los UAS en el Sistema Nacional de Espacio Aéreo (National Airspace System, NAS) de los EE. UU.", dice Kenul, que es el vicepresidente de F38. "El ámbito general del comité es amplio; abarca el diseño, la fabricación, el mantenimiento y la operación seguros de estos sistemas. Sin embargo, los estándares específicos a menudo son independientes de la tecnología y están basados en el desempeño, definiendo requisitos que pueden servir de referencia en diversos casos de uso. Los principios fundamentales de seguridad, aeronavegabilidad, eficiencia operacional y calificación de los pilotos que aborda F38 son intrínsecamente beneficiosos para cualquier operación profesional con UAS, incluidas las realizadas por entidades militares o de seguridad pública. Los requisitos subyacentes de seguridad y de desempeño son, a menudo, transferibles".
Los estándares desarrollados por los Subcomités sobre Aeronavegabilidad (F38.01), Operaciones de vuelo (F38.02) y Calificaciones de operadores (F38.03) son aplicables tanto en contextos civiles como militares. Kenul señala que varios de esos estándares que se engloban bajo la responsabilidad de F38.02 son particularmente relevantes para las operaciones militares de drones. "Por ejemplo, los estándares relativos al vuelo más allá del alcance visual (beyond visual line of sight, BVLOS) son fundamentales para el reconocimiento de largo alcance, la alerta temprana y las operaciones de búsqueda y rescate (search and rescue, SAR) en zonas extensas o inaccesibles", dice.
La Especificación estándar para la seguridad de posicionamiento, la navegación y la sincronización temporal (positioning assurance, navigation, and time synchronization, PNT) para sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS) (F3609) es otro estándar de F38.02 que puede aplicarse tanto en situaciones civiles como militares. "Para tareas como el reconocimiento, la alerta temprana y el SAR en una zona de combate o para la defensa nacional, un sistema PNT preciso y confiable es absolutamente crítico. Los drones deben saber de manera exacta su ubicación relativa a los objetivos, las áreas de interés o el personal para lograr una recopilación de datos eficaz", explica Kenul.
Consideremos, por ejemplo, una operación de búsqueda y rescate en una zona de guerra activa. Kenul señala que la capacidad de cartografiar con precisión un campo de batalla o localizar con exactitud la ubicación de un sobreviviente depende en gran medida de un sistema PNT sólido. "La F3609 establece requisitos, medidas de desempeño y una nueva clasificación para comunicar el desempeño del PNT que es fundamental para la confiabilidad y la seguridad de todas las operaciones de los UAS, incluidas aquellas con entornos dinámicos o sin cobertura GPS que a veces se encuentran en situaciones de catástrofe o relacionadas con el ámbito militar", dice.
Los estándares relacionados con la identificación (ID) remota y la gestión del tráfico de UAS (UAS traffic management, UTM) también tienen potencial para su aplicación tanto civil como militar. "Los primeros son cruciales para evitar conflictos en el espacio aéreo y garantizar la responsabilidad, lo cual es vital en cualquier espacio aéreo congestionado o complejo, así como para la defensa nacional", dice Kenul. "Los últimos son críticos para establecer un espacio aéreo integrado en el que puedan operar de manera segura tanto las aeronaves tripuladas como las no tripuladas, incluidas las que cumplen funciones relacionadas con el ámbito militar".
El trabajo del F38.01 con las tecnologías de detección y evitación (detect-and-avoid, DAA) es esencial para la integración segura de los UAS en el espacio aéreo local, independientemente de si su misión es civil o militar. El enfoque de "requisitos mínimos de seguridad, desempeño y competencia de vuelo" se aplica directamente para garantizar operaciones confiables para estas funciones críticas de apoyo militar no ofensivas, dice Kenul.
Gran parte del trabajo del F38 se realiza en estrecha colaboración con los organismos reguladores como la Administración Federal de Aviación de los EE. UU. (U.S. Federal Aviation Administration) y considerando las oportunidades de armonización con los estándares internacionales que puedan facilitar la cooperación durante operaciones conjuntas militares o de respuesta ante desastres naturales.
Las partes interesadas también están explorando maneras de simplificar sus propios esfuerzos de desarrollo de estándares para aprovechar el trabajo ya realizado por los comités de ASTM. Kenul señala que la OTAN está considerando el uso, donde sea aplicable, de estándares civiles, como aquellos elaborados por el F38, en lugar de desarrollar otros estándares desde el inicio. Además, el Departamento de Defensa de los EE. UU. (U.S. Department of Defense, DoD) está diseñando su arquitectura de UTM para que sea interoperable con los estándares de UTM de ASTM.
Los exoesqueletos son dispositivos portátiles que proporcionan a una persona una mayor movilidad y la capacidad de transportar cargas pesadas con mayor facilidad. Algunos son diseños mecánicos relativamente simples que, en esencia, redistribuyen el peso de una zona del cuerpo –brazos y hombros, por ejemplo– al centro (core), reduciendo la fatiga y la probabilidad de sufrir lesiones. Otros están totalmente motorizados y ofrecen un tentador vistazo al tipo de capacidades que alcanza su apoteosis en algunas de las obras de ciencia ficción que vemos en películas y en historietas.
Los usuarios de exoesqueletos militares deben tener confianza en la función de sus dispositivos.
Matt Dickinson comprende por qué la cultura pop suele ser lo primero en lo que la gente piensa cuando piensa en los exoesqueletos. Pero él quiere que la gente se dé cuenta de que crear versiones reales de esta tecnología es una tarea multidisciplinaria, no solo una hazaña de la ingeniería y que el trabajo que se realiza dentro del Comité sobre Exoesqueletos y exotrajes (F48) se centra no solo en cómo interactúan los seres humanos con los exoesqueletos sino también en las máquinas mismas.
"Lo que se suele pasar por alto es que este campo no es solo para expertos en biomecánica o ingenieros. Es mucho más amplio. Necesitamos contribuciones de todos: psicología, diseño textil, factores humanos y más", afirma Dickinson, presidente del Subcomité sobre Mantenimiento y eliminación (F48.04) y copresidente del Subcomité sobre Diseño y fabricación (F48.01).
Él señala el trabajo que se realiza en el Subcomité sobre Factores humanos y ergonomía (F48.02) –como la Guía estándar para la evaluación de los riesgos ergonómicos potenciales del uso de los exoesqueletos (F3688)– como emblemático de este enfoque multifacético: "Se presta mucha atención en comprender la interacción entre el ser humano y el exoesqueleto y lo que estos dispositivos pueden ofrecer a los usuarios".
El F48.01 está desarrollando un marco integral para clasificar los exoesqueletos. "Este grupo está explorando enfoques del diseño de sistemas y actualmente está elaborando un método de clasificación de estos dispositivos, similar a la manera en que clasificamos vehículos como automóviles o casas rodantes", dice Dickinson. "La categorización basada en las aplicaciones nos ayudará a alinear mejor los diseños de exoesqueletos con sus usos previstos y además apoyar, de manera más eficaz, a los organismos reguladores en la evaluación de estos sistemas. También estamos explorando métodos de fijación estandarizados, que suelo describir como un tipo de 'carril Picatinny' [un tipo de sistema de montaje universal que se utiliza en armas de fuego] para los exoesqueletos, que permita una integración modular y flexible de los componentes".
Dickinson agrega que el F48.04 se concentra en los procedimientos de configuración, desarrollando procesos que aseguren que todas las funciones del exoesqueleto estén correctamente verificadas y validadas antes de la utilización en el terreno.
Tal como ocurre con gran parte del trabajo de los subcomités sobre UAS descrito aquí, el alcance de los estándares promulgados por el F48 abarca un amplio espectro de casos de uso. "Por lo general, no se limitan a áreas específicas, como el uso militar, sino que se proponen cubrir una gama más amplia de aplicaciones", señala Dickinson. "Consideremos un exoesqueleto de hombro. Podría utilizarse para trabajos en altura, lo que podría aplicarse tanto para el transporte de cargas en una base militar como para tareas en la construcción. Aunque la aplicación varía, los principios de activación subyacentes son muy similares".
Como profesor titular de ingeniería mecánica en la Universidad de Lancashire Central (University of Central Lancashire) de Inglaterra y fundador de una empresa emergente dedicada a los exoesqueletos, Dickinson cuenta con una perspectiva única sobre las ventajas que puede proporcionar la tecnología de los exoesqueletos, especialmente en la zona gris que se encuentra entre los escenarios estrictamente civiles y estrictamente militares, como las misiones de búsqueda y rescate y el socorro en casos de catástrofe.
"Sobre la base de las conversaciones que he tenido con personal militar de todo el mundo, queda claro que esas oportunidades están llegando. El enfoque actual de la OTAN, según se refleja en los desafíos del Acelerador de Innovación de Defensa para el Atlántico Norte (Defence Innovation Accelerator for the North Atlantic, DIANA), muestra un fuerte énfasis en la evacuación de emergencia y los socorristas, áreas en las que los exoesqueletos muy probablemente vayan a desempeñar un papel clave", dice.
El cruce entre el ámbito civil y el militar de los estándares relacionados con los drones y los exoesqueletos que se analizan aquí son ejemplos de los estándares ASTM que están diseñados teniendo en cuenta la adaptabilidad a las necesidades de los diferentes usuarios finales. Sin embargo, algunos abordan los procesos más que los equipos.
Un ejemplo de esto es la Guía estándar para el desarrollo, verificación, validación y documentación de simuladores de explosivos y contrabando para los sistemas de control de seguridad. Este tema de trabajo está actualmente en elaboración con el apoyo del Subcomité sobre Detección química, biológica, radiológica, nuclear y de explosivos (Chemical, Biological, Radiological, Nuclear, and Explosives, CBRNE) y protección química, biológica, radiológica y nuclear (CBRN) (E54.01), integrante del Comité sobre Aplicaciones de seguridad nacional (E54).
Los simuladores son materiales inertes, utilizados en pruebas, que imitan o reproducen las características físicas o químicas de los explosivos reales u otros materiales peligrosos. El desarrollo de este nuevo estándar propuesto comenzó hace unos dos años, según el miembro de E54.01 Michael Brogden, sobre la base del trabajo iniciado por el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security) de los EE. UU. "Existía una clara necesidad, de parte de los usuarios finales, de demostrar que los simuladores que compraban fueran válidos y funcionaran como declaraban los fabricantes. Al mismo tiempo, los fabricantes de simuladores comerciales también solicitaban un proceso oficial para verificar y validar sus productos. Hasta ahora, no había ninguna autoridad reguladora que supervisara estos productos", dice.
Brogden señala que el problema principal es demostrar que las propiedades de un simulador coinciden exactamente con aquellas del material objetivo y documentar esa información de una manera que brinde a los usuarios finales la evidencia necesaria para confirmar que el simulador va a funcionar de acuerdo con lo previsto. "La nueva guía estándar contribuirá para llenar el vacío normativo ofreciendo un enfoque estandarizado que los desarrolladores de simuladores pueden usar para proporcionar la información que necesitan los usuarios finales en ausencia de una autoridad de validación formal", dice. "Proporcionará orientación sobre las propiedades que los simuladores podrían igualar, pero no especifica los métodos exactos para la caracterización de esas propiedades".
Cuando la WK85823 finalmente se apruebe y se publique, se sumará a una sólida lista de estándares ASTM que tratan sobre la detección y la caracterización de diversos elementos del arsenal de CBRNE que amenazan al personal militar, así como a los inspectores de seguridad nacional y los socorristas.
Dickinson indica que ha obtenido una perspectiva interesante en las conversaciones mantenidas con posibles usuarios de exoesqueletos, una perspectiva que puede y debe tenerse en cuenta en cualquier situación en la que surjan nuevas tecnologías y se creen estándares para impulsar su evolución y, en última instancia, su idoneidad para diferentes casos de uso.
"El año pasado estuve tres meses viajando por el mundo, hablando con empresas y usuarios finales para comprender mejor sus desafíos reales", relata. "Tuve el privilegio de sentarme en una sala con representantes de la OTAN y de fuerzas especiales locales. Mientras estaba allí, le pregunté a uno de los miembros del personal de operaciones especiales si realmente usaría un exoesqueleto durante operaciones en el terreno.
"Su respuesta fue increíblemente perspicaz y se me quedó grabada. Él dijo: 'Nos capacitamos todos los días para mantenernos en plena forma física. Eso nos da confianza, porque podemos movernos libremente y reaccionar con rapidez. Si usted construye un dispositivo que, aunque sea por un momento, me haga sentir que no puedo moverme tan bien, yo no me sentiría tan seguro. Y eso me convertiría en una desventaja para mi equipo'".
La conclusión de Dickinson fue que crear un "dispositivo portátil atractivo" es solo el comienzo. "La adopción depende de factores cognitivos y psicológicos mucho más profundos", señala. "Esa es la razón por la que necesitamos un enfoque multidisciplinario cuando elaboramos estándares: para asegurarnos de que estamos captando todos los elementos fundamentales que impactan en la usabilidad, la seguridad y la confianza".
La adaptabilidad de los estándares mencionados aquí en entornos muy diferentes es un testimonio del hecho de que los hombres y las mujeres que ofrecen su tiempo libre para hacer el trabajo de ASTM comprenden este hecho fundamental. Sus esfuerzos reflejan este conocimiento y contribuyen a garantizar que los estándares que promulguen permitirán que el personal militar, los socorristas y otras personas que arriesgan su vida por todos nosotros hagan su trabajo de la forma más segura y eficaz posible.
Jack Maxwell es un escritor independiente con sede en Westmont, Nueva Jersey.September / October 2025