Los estándares y el regreso a la normalidad

Es posible que el mundo nunca vuelva a ser tal y como lo era antes de la pandemia que estamos viviendo actualmente. Para muchos, parece poco probable que la idea de sentarse en una sala de cine concurrida o pararse frente al escenario de un concierto abarrotado vuelva a ser una decisión tan despreocupada como lo fue alguna vez. Y aun así, conforme pasa el tiempo, cierto grado de normalidad regresa lentamente a nuestro vivir diario, y lo seguirá haciendo.

Un ejemplo de ello es el regreso a la sociedad de los deportes profesionales y para aficionados. Aunque existe un alto grado de indecisión en torno a muchas de esas actividades, particularmente en los niveles juveniles y colegiales, muchos deportes ya se han reactivado, especialmente a nivel profesional. Y mientras vemos el regreso de nuestros héroes a las canchas de futbol europeas o a los campos de las grandes ligas de beisbol de los EE. UU., vale la pena destacar que los estándares de ASTM International para las superficies de juego, tratados en esta edición, formarán parte del regreso a la normalidad, contribuyendo a aumentar la seguridad de esos deportes para participantes de todos los niveles. Muchos de los campos deportivos que chicos y grandes utilizarán este otoño se pondrán a prueba conforme a estándares desarrollados por los expertos del comité sobre equipos, superficies de juego e instalaciones deportivas (F08) en cuanto a los niveles de toxinas en el relleno del césped sintético y la amortiguación de impactos (“dureza”, en palabras coloquiales) tanto de superficies sintéticas como naturales.

Otro ejemplo del lento pero constante regreso a la normalidad tendrá lugar con la sencilla alegría de la festividad de Halloween, que el 31 de octubre se celebrará en países de todo el mundo, desde México hasta Irlanda y Canadá. Y los estándares de ASTM International sobre prendas para niños, elaborados por los miembros del comité sobre textiles (D13), contribuirán a hacer más seguro este día. Mientras los niños toman las calles de sus vecindarios vestidos de fantasmas, duendes, superhéroes o princesas —o incluso si simplemente se reúnen con amigos y familiares en esta nueva normalidad—, los estándares de inflamabilidad desarrollados por el comité D13 desempeñan una función fundamental en la fabricación de muchos de sus disfraces de fantasía.

Es posible que el camino de regreso a la normalidad esté lleno de obstáculos y no nos conduzca al mismo lugar donde estuvimos alguna vez, pero no quedan dudas: cada gol anotado en la Bundesliga y cada golosina intercambiada en Halloween indican que el trayecto ha comenzado. En cierta medida, el regreso a la normalidad siempre estará estrechamente ligado a los estándares que ayudan a que nuestro mundo —sean cuales sean los nuevos parámetros requeridos— funcione mejor.

David Walsh
Jefe de Redacción